Escogemos las mejores cosechas, aquellas de granos grandes y parejos en los que la cereza envuelve un fruto dulce para ser tostado, molido y empacado en el momento de su venta. Así, garantizamos la frescura de nuestro café, y honramos el trabajo minucioso y el cariño que se le ha puesto desde el momento mismo de su siembra.